Casa Grande del Pumarejo
(Coordenadas: 37.401144, -5.988178)
INTRODUCCIÓN
Una Casa Palacio del siglo XVIII en el casco histórico de Sevilla convertida en casa de vecindad. Sufre un intento de expulsión de sus vecinas y vecinos en el año 2000. En la actualidad ya es un edificio propiedad del Ayuntamiento, protegido como Bien de Interés Cultural por la Consejería de Cultura y auto-gestionado por los vecinos del barrio a través de la Asociación Casa del Pumarejo. Esta Asociación está tejida colectivamente por una DIVERSIDAD de personas que promueven una multitud de ACTIVIDADES: culturales, artísticas, politicas, sociales, artesanales... Estas actividades de lucha, fiesta, conocimiento y arte nos aportan vivencias que construyen una manera de seguir en un PROCESO permanente.
ORIGEN
En el año 2000, ante la compra de la mitad de la Casa Palacio de Pumarejo para un Hotel de lujo y el intento de expulsión de 12 vecinas y 10 comerciantes de la Casa, se crea la Plataforma en Defensa de la misma. En esta época, el barrio estaba padeciendo una política de transformación urbanística a partir del Plan Urban (1994-1999), que eran fondos europeos para la rehabilitación de zonas degradadas. Este proyecto provocó la ruina forzada de edificios históricos, la expulsión del vecindario tradicional y la especulación.
Esta venta del Palacio provocó una movilización de las vecinas y entidades barriales, de defensa del patrimonio, etc ..., que participaban dentro de la Plataforma por la Casa del Pumarejo. La acción de ésta se centró en la defensa del edificio, de las familias y el mantenimiento de la variedad de usos. La diversidad de acciones culturales, de denuncias, jornadas, investigaciones, etc..., dio a conocer esta problemática y se consiguió que la Casa de Pumarejo fuese inscrita en el 2003 en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía con la categoría de MONUMENTO. Su declaración como Bién de Interés Cultural (B.I.C.), establece la protección tanto de lo arquitectónico como de su valor etnológico bloqueando así su privatización. En el 2009, la Casa de Pumarejo se convierte en un "equipamiento público" y el Ayuntamiento compra el edificio. Siendo en el 2011 cuando la Asociación Casa de Pumarejo firma un Convenio por 15 años.
Tras esta declaración valorizando la diversidad de usos y la necesidad de reutilizar espacios para realizar actividades e impulsar otras nuevas; el colectivo de la Casa decidió rehabilitar vecinalmente algunos espacios abandonados del edificio. Así en 2004, se abrió un espacio de encuentro y trabajo ciudadano en la planta baja del edificio llamado “Centro Vecinal”. Dicho espacio de uso y gestión comunitaria, permitió acoger y promover infinidad de actividades y actos: reuniones de asociaciones y colectivos, charlas, mesas redondas, exposiciones, talleres, cursos, encuentros vecinales, fiestas... Más tarde, con la idea de seguir revitalizando la Casa y para recibir más grupos, la Asociación decidió abrir dos dependencias: El “Bajo 5” en el año 2005 y el espacio "Rosa Moreno" en el 2009 (compartido por la Biblio-Puma y el Mercadillo Cultural Pumarejo).
ORGANIZACIÓN
Todos estos espacios están organizados a través de una Asamblea mensual donde se trata de la globalidad de la Casa, seguimiento de las actividades planteadas, las negociaciones con la administración, etc. Con el aumento de las actividades y la incapacidad por parte de la Asamblea de resolver todas las problemáticas, se han ido creado varias Comisiones de Trabajo más especificas (Comisión Casa, Equipo de Acogida, Equipo de Mantenimiento y Equipo de Comunicación). En el camino, hemos aprendido que las Comisiones aparecen y desaparecen como si tuvieran un ciclo vital, simplemente, se agotan por sí mismas. Las estructuras son tratadas como herramientas para la comunidad.
RELACIÓN CON EL BARRIO
Nuestro parto fue dentro de un barrio marcado por su Historia, es decir, sus conflictos sociales, su fuerte amor por sus gentes, sus formas de vivir ... las cuales nos han ido modificando, madurando, recreando... A la vez, fuimos estudiando cómo se había originado este Palacio, su plaza, sus conflictos y disfrutes que en su Historia han convivido... Estos saberes, los vamos actualizando al entrar en contacto con otros vecinos recién llegados. Descubrimos un ser vivo que se autoprotege, que quiere seguir vivo tal y como se hace a sí mismo; descubrimos la realidad de su todavía existente sentimiento de barrio que se reconstruye una y otra vez con el paso del tiempo, de sus habitantes... Los años nos pusieron delante de otra realidad: asociaciones y entidades de la ciudad nos llamaban para participar en sus actividades, charlas, conferencias... Al principio, no nos dimos cuenta de la relevancia de que personas ajenas al barrio también se sintieran parte del cuidado de esta Casa. Vimos que “vecino” no es sólo el que reside en la Casa Palacio, sino el que se siente parte de Ella y aporta desde sus habilidades y ámbitos. No sólo visitamos otros espacios sino que nos abrimos a la llegada de otras concepciones, como el mundo del “Decrecimiento”... que trajo posteriormente la creación de la Moneda Social el Puma.... que hoy cuenta con 800 miembros y que ha permitido "re-tejer" tiendas y asociaciones. La Casa se ha convertido al igual que su plaza en un cruce de movimientos, concepciones... donde conviven defensores de la Vivienda, del Patrimonio, de la Participación Ciudadana, de la Creación Artística, de la Generación de Conocimientos, de la Economía Solidaria... en definitiva, otro marco político que devuelva a la vida social a tantos y tantos expulsados del “Sistema Máquina” actual. Como una onda en el agua que se expande amistosamente hacia otros espacios en Andalucía (link casa invisible...); casi sin darnos cuenta nos vimos convocados por otras ciudades y espacios del estado Español (Vitoria, Zaragoza, Barcelona... ) y desde aquí, el salto al extranjero... Y es real, hay miles de relaciones que no vemos en nuestros pequeños pasos, en nuestros gestos de apertura que van más allá de lo que incluso deseamos, así llegaron invitaciones desde Australia, Italia, Francia..., que nos traen nuevas ideas como la de iniciar una Red de Espacios Ciudadanos para compartir y ampliar nuestra potencia colectiva.